Quien silenciosamente
probó la amargura de la duda,
derramó lágrimas de tristeza,
amargó largas esperas,
se sintió solo y abandonado,
tuvo el descrédito de casi todos
y a todo superó,
hoy nada lo asombra
todo lo encanta,
incluso los desencantos.
Voy a despertar como el sol,
atravesando nubes,
desvirginando sombras,
calentando cuerpos
y perdiéndome en el horizonte.
Voy a retirarme como la luna,
reflejándome en el espejo del agua,
bailando en las estrellas,
iluminando los caminos de los encuentros.
Voy a fundirme en tu luz
y de nuestra unión
un rayo de luminosidad
resplandecerá en el universo.
|